Fotos: @la.marga
El 11 de mayo, la puesta de largo de los dispositivos-refugio, diseñados y construidos en Fablab de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla para cuatro de las bibliotecas de la Red del Ayuntamiento de Sevilla, se convirtió en una celebración en la que se materializaba, de forma transversal y colaborativa, una nueva dimensión de estos espacios de encuentro ciudadano. Se trató de la constatación de la nueva vida que pueden adquirir unos lugares en los que, el recogimiento, el estudio o la búsqueda de conocimientos convivieron con la escucha, el diálogo y el descubrimiento. En su estreno, estos prototipos fueron primero explorados y finalmente habitados con la compañía de una selección de especies vegetales que serán sus moradoras permanentes. Los nuevos y originales depósitos de libros acerca del cambio climático, la sostenibilidad y la educación ambiental, ejercieron con éxito su misión como centro gravitatorio en los que refugiarse.
Pero antes, los visitantes a la exposición dibujaron diferentes órbitas, atraídos por las lecturas que se fueron desplegando en distintas localizaciones de la Biblioteca Felipe González. Tanto los alumnos de Viento Sur Teatro como los colaboradores de la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla, ejercieron su labor de satélites portadores de las reflexiones e ideas recogidas en una selección de títulos con los que tener un primer contacto con estudios, reflexiones y soluciones sobre el drástico cambio climático que venimos experimentando de forma cada vez más acelerada. En el caso de los veintitrés jóvenes estudiantes de la escuela de teatro, fueron los fragmentos del ya indispensable “El libro del clima” —en el que la activista Greta Thunberg reúne una valiosa colección de textos de expertos, científicos, activistas y escritores— las bases para hacer una lectura dramatizada.
De forma simultánea, en otros puntos de la biblioteca, las voces reclutadas por la ESAD de Sevilla, desplegaron un rico fondo literario que propuso a los oyentes un viaje con, por poner solo unos ejemplos, paradas en la ficción (“El Ministerio de Futuro” de Kim Stanley Robinson), el ensayo (“Las edades de Gaia” de James E. Lovelock) o el pensamiento clásico traducido a la realidad actual (“El epicureísmo”, de Emilio Lledó).
Apagadas las voces, a la espera de ser recuperadas como lecturas en los dispositivos-refugio, llegó el momento de reunirnos en torno a ellos. Como guía, Fran Pérez Román de La Ejecutora, dio paso a nuestro anfitriones, Isabel Ojeda, Directora General de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla y Miguel Ángel Garfia, Jefe del Negociado del Libro y Bibliotecas, que nos dieron la bienvenida mostrando su entusiasmo ante un proyecto de ambiciosos objetivos en su función dinamizadora para la ciudadanía.
Ya rodeados por los artefactos, queríamos conocer más detalles sobre el proceso de creación. Su destino y uso final marcaba unas características comunes, como la utilización de un material (madera contrachapada) con saldo negativo de emisiones de CO2. El resultado: los cuatro flamantes prototipos que son a su vez refugios, jardines interiores que interactúan con la luz natural y depositarios de un fondo bibliográfico específico con el que sumergirse en los diferentes puntos de vista, consideraciones y soluciones a la emergencia climática. En definitiva, unas estructuras híbridas capaces de servir de soporte (refugio) de libros, plantas y personas.
De la mano de sus creadores supimos que las piezas del prototipo de la Biblioteca Julia Uceda consta de cuatro versátiles piezas que pueden funcionar tanto juntas como por separado para facilitar la labor de sus trabajadores. Que para la Biblioteca Torreblanca se ha buscado el máximo aprovechamiento de los materiales que conforman las piezas que promueven la interacción. También que las limitaciones espaciales del refugio de la Biblioteca los Carteros ha sido salvada con éxito consiguiendo que el objeto focal al que se dirige sea una ventana, que establece un diálogo de la luz con las especies vegetales y el fondo bibliográfico. O que, en el caso de la Biblioteca Felipe González, partieron del concepto de una montaña con recovecos en los que los niños puedan esconderse para leer o reunirse para participar de actividades en grupo. En definitiva todas ellas desafían su uso como meros contenedores de libros para convertirse en lugares donde estar, compartir conocimientos y actuar.
Una vez hechas las presentaciones, el silencio dio paso a la música. El cuarteto de cuerda Con Fuoco interpretó una pieza creada por Daniel Crawford, estudiante de la Universidad de Minnesota y Scott St. George, profesor de geografía de la misma. Ambos tradujeron en su partitura los sonidos de varios indicadores (o biomas) del cambio climático desde hace 133 años hasta la actualidad. Basándose en el análisis de temperatura de superficie del Goddard Institute for Space Studies de la NASA, la composición "Planetary Bands, Warming World”, utiliza la música para crear un encuentro visceral de más de un siglo de datos meteorológicos recopilados en la mitad norte del planeta para destacar el excepcional cambio en el Ártico. La particularidad de este pequeño concierto de seis minutos es que fue tocada dos veces: una en el sentido cronológico y de nuevo en sentido inverso como emotivo símbolo de un proceso que estamos obligados a revertir.
Con la exposición abierta hasta el 16 de junio, desde Luces de Barrio hemos querido hacer el primer rodaje de los dispositivos con una serie de actividades antes de que sean trasladados a sus destinos definitivos.
Cuando escribimos estas palabras, ya se ha producido el primero de los diálogos. El pasado 18 de mayo, Ernesto Rodríguez Camino —meteorólogo Superior del Estado que participa en el desarrollo de modelos para la predicción numérica del tiempo y para la evolución del clima en AEMET—nos habló sobre los cambios en el clima, las consecuencias que ya estamos experimentando, y las posibles acciones que ciudadanos, instituciones gubernamentales y corporaciones estamos obligados a llevar a cabo.
Estamos a la espera de este 25 de mayo, fecha en la que Pablo De Soto, director de Laboral Centro de Arte, y Amanda Masha, directora del Instituto Mutante de Narrativas Ambientales, reflexionarán sobre las nuevas narrativas culturales vinculadas al cambio climático. También tendrá lugar en la Biblioteca Felipe González desde las 19:30h.
Por otra parte, yendo de la reflexión a la acción, el mismo escenario nos servirá para dar algunos de esos pequeños pasos cotidianos que nos pueden llevar hacia la sostenibilidad ambiental. Hablamos de los dos talleres que se llevarán a cabo el día 1 de junio. El primero centrado en la fabricación de un jabón sostenible, impartido por Dolores Garvi de Bosque Anxanar, y el segundo la creación de un plugin de hackeo para reciclar el agua de baño, por Pablo Pujol. Dos experiencias complementarias que ya están tomando forma efectiva con el riego de las plantas de los cuatro prototipos expuestos.
Bibliokepos crece y lo continuará haciendo gracias a la labor de los bibliotecarios, que están liderando una labor de investigación y reorganización, tanto en las estanterías como en la etiqueta "acción por el clima" de la versión digital. De forma complementaria, Luces de Barrio lidera una campaña para que la comunidad pueda sugerir nuevos títulos y así enriquecer la colección. Pero esto no es todo, las bibliotecas también estarán abiertas a sugerencias y donaciones de los usuarios. La participación colectiva enriquecerá un catálogo de conocimientos valiosos y cercanos, para meditar y encontrar soluciones ante la encrucijada climática actual.
Científicos, pensadores y representantes de iniciativas también han sido invitados a seleccionar libros esenciales que se donarán al fondo de la red de bibliotecas y servirán de punto de partida para diálogos abiertos moderados por los bibliotecarios.
Siguiendo esta dirección, y como acto de clausura el 15 de junio a las 19:30h, antes del traslado de los dispositivos a sus espacios definitivos, tendrá lugar el cierre de la exposición con una ofrenda de los libros seleccionados por los representantes de los proyectos, profesionales, otras iniciativas y asociaciones vinculadas a la emergencia climática, pasando a formar parte del fondo de la Red Municipal de Bibliotecas de Sevilla. Toda una celebración del saber compartido.
Bibliokepos es la octava propuesta enmarcada en Luces de Barrio. Está promovido por el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla del Ayuntamiento de Sevilla junto a la Asociación Ecosistema 41 y cuenta con la colaboración de la Red Municipal de Bibliotecas Públicas de Sevilla, la Cátedra de Confort Climático de la Universidad de Sevilla, y ha sido posible gracias a la complicidad de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y Fablab Sevilla US. Un proyecto comisariado por Nomad Garden, con relatoría de Surnames Narradores Transmedia y producción de El Mandaíto Producciones.
En esta edición participan como creadores, los arquitectos, profesores y alumnos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla y el equipo del FabLab de la Universidad de Sevilla: José Sánchez Lauhlé, Adriano Jiménez, Estudio 14:30, Javi Navarro, Miguel Hernández Valencia, Rafa Herrera, Adriano Jiménez, Esther Mayoral y María Carrascal; los estudiantes Daniel Bilbao, María Morales, Belén Ramírez López, Juan Carlos Cañada López, Emilia González, Melanie Jiménez Chunga, Sayen Labra Arredondo, Agustín Rausei, Antonio Manuel Castro Carmona, Blanca Gómez-Millán Ruíz, Cristina Madrid Morales, Juan Gilles Domínguez, Alfonso Ruíz Robles, Ana Abril Prieto, Lorena Iáñez Costela, Juan Carlos Rodríguez López, Pedro Tordera Arillo y María José González Ruíz. Miguel Ángel Garfia desde la Coordinación general Red Municipal de Bibliotecas. El diseño paramétrico corre a cargo de Adriano Jiménez y José Sánchez Lauhlé, la impresión digital es obra de Juan Carlos Pérez, Enrique Vázquez y María Bautista desde Fablab Sevilla, el diseño y fabricación del jabón HIERBOS es obra de Bosque Anxanar y el plugin hidráulico es una intervención creada por el ingeniero Pablo Pujol.