Ficus carica L.
MoraceaeUna higuera centenaria, de la que se dice 500 años la guardan, fue uno de los espacios singulares que se seleccionaron para la iluinación en el Huerto del Rey Moro.
Las lámparas del atelier de Isa arias, de Hisabelia (slow-design para gente feliz), llenaron de diseños vegetales las ya casi desnudas ramas, transformándola en una inmensa fuente de luz. En total, 40 farolillos de tela en forma de tetraedro que se colgaron de una bóveda natural que es además el espacio más antiguo del jardín.
La higuera es uno de los árboles frutales más antiguos, ya conocida y cultivada por los pueblos del Próximo Oriente: una pintura egipcia de más de 4500 años de antigüedad, en Beni Hassan, nos muestra una recolección de sus nutritivos y digestivos frutos, los higos. Estos aparecen también en el Antiguo Testamento como signo de abundancia en la Tierra Prometida. Según cuenta el Génesis, Adán y Eva, tras haber comido de la fruta del árbol del conocimiento, se cubrieron con hojas de higuera.
El nombre de ficus proviene del antiguo nombre en latín con que los romanos designaban a este árbol. La palabra carica hace referencia a una zona del Asia Menor llamada Caria, de donde procedían los mejores y más famosos higos que se consumían en la antigua Roma. Se atribuyó entonces a la planta un valor positivo de fertilidad y bienestar por ser el árbol de los orígenes de esta cultura: la cesta en la que los fundadores de la ciudad, Rómulo y Remo, fueron abandonados en las aguas del Tíber se detuvo milagrosamente debajo de una higuera silvestre.